Reseña

Reseña

En algún momento del año 1999, lo que era un restaurante con un menú amplio se transformó estratégicamente en un negocio de comida rápida, el cual ofrecía un sólo producto a un precio muy bajo, con el fin de convertirlo en un negocio low cost para atraer al público concurrente del sector y alcanzar grandes volúmenes.

Fue el momento oportuno, el país estaba sumido en una gran depresión y las alternativas de bajo costo adquirían un gran protagonismo. Empezaron a entrar las primeras marcas internacionales de comida rápida y su oferta no era muy atractiva por manejar precios muy altos.

Para aquel entonces el perro caliente era una gran oportunidad, ya que el mercado carecía de restaurantes reconocidos que ofrecieran este producto. El perro caliente sólo se encontraba en los carros de perros, con altos precios, una calidad media y en un horario nocturno, culturalmente el perro caliente era el producto para comenzar o terminar una noche de diversión.

La posibilidad de consumir un perro caliente bien calificado por una cuarta parte de lo que costaba en el mercado y a cualquier hora, eran apenas suficiente para generar un gran crack, y fue así, como nuestro perro caliente se abrió paso y comenzó a ser el producto preferido por los estudiantes y transeúntes del sector; el perro caliente RAPIDOGS se convirtió en el compañero ideal para todos los momentos.

RAPIDOGS marcó una tendencia, y ahora los restaurantes y todos los actores del mercado fast food se ven obligados a disminuir sus precios a través de atrevidas ofertas.

Actualmente, RAPIDOGS se ha desarrollado y preparado para hacer parte de los más importantes centros comerciales del país, con modernas y agradables instalaciones, con personas bien calificadas y ha permanecido durante toda su historia como líder en precios bajos, obligando a su competencia a mantener el servicio de restaurantes de comida rápida al alcance de todos.